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sábado, 31 de marzo de 2012

Una lucha de dos, no entre dos.




-Un nieto le preguntó a su abuelo cómo se las ingeniaba para después de 65 años seguir casado con la misma mujer, a lo que contestó; "Nacimos en un tiempo en el que si algo se rompía, se arreglaba, no se tiraba a la basura."-


Preguntaros qué queréis, qué tenéis.
Cuando sepáis diferenciar un romance de una relación, cuando deis vuestra confianza en vez de un hueco en la cama, cuando respetéis para ser respetados, cuando dominéis el significado de "orgullo" y no de "egoísmo", cuando una lucha sea de dos y no entre dos, cuando sepáis interpretar los silencios tanto como las palabras, cuando la libertad no sea motivo de celos, cuando las etiquetas "novio", "marido" no os definan. Cuando las segundas oportunidades no sean gratis y haya que ganárselas, cuando lo complejo conlleve trabajo y no dejadez, cuando las épocas difíciles traigan unión, cuando la razón apueste por lo vuestro, cuando la pasión sea "algo más" que incluir y no algo determinante, cuando su piel te siga pareciendo bella aunque los años la arruguen, cuando tu corazón se vuelva cálido al topar con su mirada, cuando te vayas y sepas que en algún momento él llegará para buscarte, cuando su risa te ayude a reír, cuando sus brazos sean parajes perdidos y no barreras, cuando apoyes sin limitar, cuando la sinceridad no sea una excusa para herir, cuando los "siempre" los "eterno" no se necesiten para explicar vuestra duración, cuando sepáis decir adiós en el momento oportuno y no por ello queráis menos, cuando no obstaculicéis las ansias de volar, cuando sea sol, aire y no dependencia.
Cuando podáis afirmar que sabéis (podéis) vivir sin él pero.. no queréis.


Entonces, sólo entonces, estaréis hablando de amor.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Apago la tristeza, enciendo la música.




El móvil, lejos de mi alcance, parpadea. 
Una, dos, tres...
Lo observo hasta que calla y se sume en el silencio más absoluto. Me cuesta tener los ojos abiertos sin que me escuezan, sin que me recuerden los últimos minutos de mí misma deshaciéndome. El viento sopla, sopla con ira, queriendo echar a bajo los soportes. Se cuela por la ventana, silbando canciones fúnebres. El ruido calca mi humor sombrío, metiéndose en los huesos y revolviendo el ya de por sí enredo.
Estoy, otra vez, rallando canciones conocidas para mis oídos. Quitando el polvo a cartas y pequeños detalles lejanos. Amordazando el ángel de mi hombro, atando al demonio de su lado contrario. Demasiadas cuestiones me planteaban, demasiado hablaban para mi mente cubierta de niebla.
Ahora, cuando apoyo la cabeza en la pared y me abrazo el cuerpo con fuerza, no hay más voz que la de mi conciencia. Es peor, mucho peor.. porque ella me conoce. Y no le afecta mi fatiga ni mis ganas de claudicar; es implacable. 
"Haz lo mejor para ti, no le concedas más entradas a tu vida. Vete ahora que puedes, ahora que tienes la forma. Amale.. con distancia." - Me aconseja.
Doy, sigo dando, vueltas a la posibilidad que antes me parecía irreplanteable. Irme y no mirar atrás. Correr de aquello a lo que hasta hace nada, había estado atada de pies y manos. Soy rehén, pero la cuerda está desgastada, lista para una fuga.
El móvil hace eco y suena de nuevo.
Una, dos, tres...
Tiemblo y no quiero volver a mirar ese nombre en la pequeña pantalla. Cada gesto es una cuchilla que rasga mi piel, que oxida mi disposición. Y sus pasos a la habitación que dejó amueblada con todas sus caricias, vuelve a estar iluminada. Me reta a jugar en su tablero
Jura, perjura, que su mano abierta es, al fin, firme. Preparada para coger la mía y llevarme a una luna de miel perpetua. Pero su dulzura ya no embelesa, ya no cautiva; sólo empalaga. La confianza a día de hoy sólo es un chiste malo.. qué triste. Mi vida está cogida con alfileres, tan quebradiza como los copos de nieve. Y sé, tan segura como que el fin está en la muerte, que sus zarandeos echarían abajo mi endeble estabilidad. Nunca se debió convertir en necesidad, no es sano, no es cuerdo.
La electricidad rezuma, se vuelve estática. Como el preludio de una gran resolución.
Vuelve a sonar el zumbido de su incansable tenacidad.
Una, dos...
Pero no habrá tres, está vez no
Apago nuestro canal de comunicación, apago mi capacidad de decisión y apago (¿qué más da?) su sistema infalible de embaucarme. Hoy es día de extraviarse, de romper círculos viciosos, de.. reír. ¿Mañana? Tendré 24 horas para decidir si arrepentirme, si huir, si correr a sus brazos o volver a sonreír,porque no sé si lo sabes pero.. Me sienta bien eso, eso de ser feliz. Y por el momento esa va a ser mi búsqueda, mi prioridad.
Apago la tristeza, enciendo la música y que el ritmo se lleve mi funeral.

martes, 27 de marzo de 2012

No hay amor que mate, pero tú tentaste ese final.




Decías que tu lugar estaba echo a la medida de mi posición. Que la distancia siempre sería limitada por el roce de tus labios en mi cuello. Recuerdo que decías que la verdad sólo fue creada para definir nuestro amor. Que la capacidad máxima no sería suficiente para medir la pasión ni el cariño. Al menos, en nuestro caso.
Palabras, frases con significado bien envuelto, que se desvirtúan con hechos fragmentados.
Al hacerlas reales con tu boca, el corazón (maldito ingenuo) captó cada sílaba como una promesa. Y lo creyó. Asumió que todo lo tuyo iba a ser fiel, leal a quien te dio su más pura esencia. Tal vez, no tomé el doble sentido, ni quise creer que los finales existen. Admito,¡lo sé!, que fue mi culpa ser tan poco tolerante en el hecho de que las relaciones son entradas y salidas de vidas ajenas. Sí, lo sabes, fui ingenua y dí por sentado que lo tuyo y lo mío era inmortal. 
Pero, dime, ¿por qué, si ibas a incumplir todo aquello, fuiste tan convincente? Aclárame los conceptos, la letra pequeña de ese contrato que tan burdamente destruiste. Yo te cedí mi calor para las noches de frío, la distancia que fuera necesaria para el agobio. Me agoté, intentando despejar el cielo nublado que nos amenazaba. Acabé siendo pasto de la desolación cuando veía más tristeza que felicidad en tu rostro. Toqué fondo y me sentí erróneamente protegida por aquella oscuridad. Por ti, por nosotros, tomé las variables de la máscara perfecta por el día y el sufrimiento crónico en las puestas de sol. 
Fui de todo.. menos yo.
Me dí integra, con las consecuencias y responsabilidad pertinentes a mis espaldas. Entregué la ternura desmedida de una niña, y el primer amor de una mujer. Quedé en deuda con todo lo que me rodeaba,con todo lo que me tocaba, conmigo misma. ¿Hice de menos o acaso de más? Dime por favor entonces por qué tomaste tantos silencios prestados. Por qué la eternidad de dos destinos juntos, pasó a ser la incógnita de un cruce bélico. 
Extraño era el paisaje, en extraños nos convertimos nosotros.
Cambió algo en tu modo de entendimiento, me recibiste como la más despreciable rival. Trastocaste las infracciones y las pusiste a tu favor como método de defensa. Me sentí sucia, utilizada, incapaz de revelarme ante tan negras difamaciones. 
No, no hay amor que mate, pero tú tentaste ese final.
Cuando por fin logré ponerme en pie después de tanto tiempo de rodillas.. regresas. Vuelves tal y como te recordaba, tal y como te amaba
¿Es justo?, ¿es cabal otorgar el beneficio de la duda a aquél que no dudó en sacrificarte? Porque, seamos sensatos, pagaré caro el germinar de nuevas espectativas con sólo dos segundos de tu compañía, cielo. 
¿Tú? Nada nuevo pierdes si arriesgas, nada estropeas si ya estuvo roto. Pero qué será de mí, mi amor, si invierto el único cartucho de confianza en tu mala puntería..

lunes, 26 de marzo de 2012

A veces, demasiadas veces.




A veces, cuando estoy tan cansada de escucharme que no me hablo, cojo caminos poco transitados. Me voy por sendas que nadie nunca recorrió esperando encontrar las respuestas de preguntas siempre presentes. Me siento en alguna piedra moldeada a la semejanza de su entorno y espero paciente el reparto de mi tranquilidad. La poca paz que me pueda brindar la jungla de la perdida. 
A veces, me convierto en roca y me solidifico, otras en cambio me evaporo y corro en pos de variaciones en medida de la presión del aire. Busco la salida fácil, la más egoísta. Intento vestirme de indiferencia y dejar de hablarme con el mundo. Tomo la decisión, la someto a mi voluntad y escondo el vaivén de los sueños perdidos. 
A veces, muy pocas veces, funciona..
A veces, demasiadas veces, fracaso..

martes, 13 de marzo de 2012

Ayer sin ti, hoy conmigo.




Mi lado más tierno, reclama la esencia de su carácter, de su epicentro. Advierte sus exigencias, y no consiente menos. Permanece callado, solitario, escondido con cancelas de acero. Es recluso de sus impulsos. Observa el paisaje, el entorno; calla, pero nadie conoce su trasfondo. Medita cuestiones vitales escondido en su propio mundo. No molesta, no pregunta, pero se entera de todo. Manda, de año en año, tiros con buen atino. En ellos trascribe, como siempre, su persiste deseo. Cuando lo leo, ¡Ay, cuando lo leo! siento dolor, ira, frío, .. pero al final, bueno, me río. Risa con eco de lo más profundo del averno, del infierno. Ahí es cuando me digo "¿En qué coño te has convertido? Que tanto que blasfemas contra el cielo, Dios tiene que estar de mierda hasta el cuello." No hay forma de entrar en razón, me carcajeo. Me roció de gasolina y prendó fuego a los malos sueños. La ternura no tiene cobertura y yo me gasté el saldo en toques al pasado, ¡me salió caro! Creí estar enamorada hasta los huesos y solo era aprecio a lo que pudimos ser y al final acabó en el suelo. Mala encrucijada en la que me hallo, miro su empeño de soslayo, y no sé si pedir perdón o salir a comprar tabaco. Ya se sabe, huida en estampida y rotura limpia, "mañana nos vemos cariño" ¡Mentira! Me voy y lo único que queda es el polvo de ida. Que ya tuve en mi poder el calibre de su boca, y su parafernalia ya me sabe a poca monta.  Pero los sentimientos son hostiles, y te acosan. Te dicen que es tu alma gemela, tu media naranja y te pintan todo del color de las rosas. Mal asunto, cuando te encuentras con la realidad y es todo distinto.Ni él es tan bueno ni tú eres un bicho. La magia se fue y parece que lo nuestro está maldito. ¡No le quiero! O quizá sí y aparte de que no sé lo que digo tampoco sé lo que siento. Tal vez la confianza se fue en patera y yo me quedé en tierra. Cabe la posibilidad de que le desee no por lo que es, sino porque no le tenga. ¿Quién sabe? ¿quién me contesta? El manantial de la serenidad gotea, me remea.
Y él, él es como todos, buen comerciante de sus productos. Buen mentiroso, buen farsante de lo insulso. Pretende conseguir la entrada forzando la puerta del cansancio. Un desliz en el agotamiento de un cuerpo atormentado. No le creo cuando habla de mis rechazos, de mi culpa en este caso. Sé lo que quiere, pero ni sus ojos ni sus manos ya me hieren. Viene con pasos de hombre seguro, diciendo que tenemos en común un futuro. "Cielo, deja lo que estés haciendo, que estoy aquí de nuevo reclamando mis derechos" Sí, ¡Claro! ¿qué quieres que te diga? no tengo tiempo para ti ni tus vuelos a escondidas.Después de este año me he vuelto más mala, menos doblegada . Recorrí cuerpos sin nombre, restringí los reproches, me alié con el presente, con el carpe diem. Me gustó el sabor del aire sin tu olor, sin tu calor de mal perdedor.Demasiado esperaste para hacer tu aparición, mis pisadas ya van en otra dirección. Ayer sin ti, hoy conmigo, si no vas de frente ¿A qué has venido?

viernes, 9 de marzo de 2012

Aquél inconcluso puzzle.



Espera, no sigas preguntando, no sigas buscando soluciones. Te responderé yo, te diré qué es (qué fue, qué será) lo nuestro. Pero no corras, no huyas de la verdad aunque la temas, sabes que soy yo la única que te la puede mostrar.
Lo nuestro, mi vida, es un puzzle con ilimitadas piezas. 
Así es. Comenzó en el momento que los dos volcamos la caja en un suelo de cristal, con los ojos brillantes, como dos niños el día antes de reyes. Nos embargaba la ilusión de la novedad, la esperanza de verlo completo. Era un sin fin de pequeños recortes desiguales, sin numero, sin manual. Recuerda. Lo supimos en el momento que planeamos terminarlo, iba a ser un trabajo a tiempo casi completo. No podía haber abandonos o aquello quedaría inacabado, imperfecto. 
Fue exactamente una rutina de doce meses, rutina en la cual perdimos el interés más de una vez, dejándolo de lado como un muñeco viejo. Volvíamos, cuando tocábamos fondo, arrepentidos al punto de partida para colocar alguna ficha. Eso se convirtió en algo casi diario, como si se hubiese filtrado en nuestras vidas la desgana. Ya no era trabajo, se metamorfoseó en un juego. Y los juegos en el amor, como en todo, conlleva perdedores y perdidas.
Acordamos dividir aquél inconcluso puzzle en dos mitades e ir ganando tiempo cada uno por su lado. Gran, gran error, que pagaríamos caro. La distancia nunca es amiga de los amantes. Pero el peor alejamiento no lo sufrimos en kilómetros sino en latidos. Dejamos de escucharnos, de vernos, de comprendernos. Como dos desconocidos compartiendo un enorme sentimiento. Casi sin darnos cuenta nos utilizábamos para matarnos, para acabar con aquellos hilos que fuertemente nos ataban. Salimos de ello como soldados heridos de guerra, sin eliminar nuestro supuesto contrincante, pero golpeados, mutilados hasta lo más hondo. ¿Duele verlo de ese modo, no es cierto? Pero no acaba ahí. Todo acto tiene consecuencias, y las nuestras se reflejaron en ese precioso rompecabezas que unía nuestros caminos. ¡Estaba destrozado! Como si nuestras manos jamás hubiesen contribuido a su finalidad. Nada, no quedaba nada de días dichosos.
Vimos nuestros esfuerzos reducidos nuevamente al desorden, a la confusión. ¿A qué obstinarse si solo quedaban culpas sin destinatario? Eramos tan ciegos, tan estúpidamente confiados de nuestro criterio, que nos desentendimos de eso por lo que habíamos lidiado. Pensábamos, seguros de nosotros mismos, que ya llegaría otro puzzle con menos sacrificios. Y ahí quedó, entre mezcolanza, nuestros sueños de verano. Nuestra utopía repleta de fe en un nosotros, en un nuestro
No caímos en la cuenta de que aquel desbarajuste no cancelaba las ilusiones, sólo retrasaba el destino. Ese que tallaba nuestros nombres en una corriente de aire, que inevitablemente, nos haría volver al lugar del otro. 
Pero cielo, pasé tantas horas observando aquél enredo, aquella anarquía de dos malos representantes de Cupido, que mi corazón se secó. Estaba sola, perdida, intentando encontrar tus pisadas sin éxito.. que se reseteó todo mi interior, me borré de tal forma que quedé contrahecha con la carencia de tu calor. En ese instante cambió tu puesto, tu lugar en mis prioridades bajó vertiginosamente. ¡No pongas esa cara de horror! Puedes solucionarlo, está en ti cambiarlo. No has perdido valor, sólo la posición. Por eso te imploro que abras los ojos, por favor, todavía estamos a tiempo.. te estoy demostrando que te quiero con o sin despedidas, con o sin orgullo. ¡Actúa! no guardes tus deseos para que se conviertan en perdidas.
Ahora, en este presente, tenemos la oportunidad de remendar los jirones. De retomar y colocar las piezas que nos salven, que nos curen de aquél ayer. Nadie nos puede prometer que lo completemos, pero merece la pena hacerlo si estamos juntos. Para ello te ofrezco mi mano para guiarte, mi espalda para apoyarte, mi felicidad cuando te hundas.. Esto será difícil de recuperar,lo sé, y también comprendo que una relación es una lucha de dos. Pero no entre nosotros, soy tu aliada, recuérdalo siempre.
Ahora bien, ya no puedo hacer más, lo dejo en tus manos.
Te doy el sitio que siempre te perteneció, ¿estás dispuesto a ocuparlo?


martes, 6 de marzo de 2012

Valiosa reliquia de mi imprudencia.




Impulsos repentinos, esos inexplicables, que realzan nuestra más pura naturaleza. Por ellos me guío, me sitúo, me dejo llevar. Me suelen indicar los parámetros fuertes de los extremos, de los deseos ocultos. La letra pequeña de la moral humana, las leyes del instinto primario. Censurable en boca de dominados, pretensión en labios de dominantes. Suelta a la bestia, a aquella ferocidad escondida en un buen envoltorio. Me libera, me traiciona en ocasiones, y en otras acentúa el premio de haberme lanzado. Alienta para los cambios más drásticos, para los puntos más exóticos. Me espera en una noche loca, en un rojo intenso para el cabello, en una carcajada en el momento menos oportuno. Proyecta su empuje con riesgo siempre de despeñarse. Te incita a los ritos clandestinos, a retar las prohibiciones, las contraindicaciones. Me pierde en sus manos llenas de perversión, de elecciones arriesgadas. 
Gustosa me lanzo en picado cuando me llama en susurros, cuando palpita con corazonadas. Arranco sin problemas, sin lastres, sin ataduras.. y que sea lo que tenga que ser. Me paga bajo cuerda, en negro, dependiendo del azar.Las equivocaciones están siempre al cincuenta por ciento, la otra mitad, repleta de seducción. Marea el vértigo de sus apuestas, de las que deja en mi poder. Sabe que caigo, que siempre respondo a sus incitaciones. El guiño de un desconocido, un baño en una playa desnuda, una cama sucumbida al poder de dos trastornados. No conoce limites, yo tampoco. Me hace los coros en los gritos de guerra, en la revolución de mi paz. Te hace escoger, elegir entre todos los pecados. 
Los impulsos que quitan la piel de la vergüenza, que hacen sudar tus complejos. Esos llevados por la barbarie, por lo absurdo. La enajenación de un mundo interno reclutado entre miles de prejuicios. Valiosa reliquia de mi imprudencia, de mi paranoia. Nadie lo sabe, nadie conoce nuestros secretos, nuestras confesiones. Un salto de dos, el sabor caliente de la intuición.
Deliciosa, deliciosa locura.. ya eres mía, ya soy tuya.

domingo, 4 de marzo de 2012

Amor con hielos.




El camino está desgastado y la botella vacía. El cielo retumba entre nubes oscuras, y el olor a tierra mojada se filtra con desaires.En la calle hay visitas de treinta minutos y en mi corazón cada cuarto de hora. El rimel gotea, el pintalabios se destiñe y mis ojos no se acostumbran a la penumbra. El cigarro se me desintegra entre dedos moribundos, entre caladas de cada recuerdo. La celda fría de mi apariencia  ya no se guía por ojos ajenos.Las medias rasgadas, los brazos heridos y el alma en pie. Nada más y nada menos que la inmundicia de la personalidad más hundida en el fango. Repaso de inventario en las cuentas del olvido y la mayoría de neuronas descansado en el fondo de una copa. Whisky de caricias, Ron de mente ermitaña. Y cada once sorbos brindis de estrellas fugaces. Tiempo de puertas cerradas para el amor propio y desahucio para la borracha de cada sábado. 
Cajetilla nueva, Marlboro en labios resecos y humo de palabras calladas. Subtítulos en risas acartonadas, bajones en tarrinas de chocolate y violencia para un pasado nublado. Bailes al son de luces extravagantes, aspecto bien diseñado y maquillaje tapando preguntas indiscretas. Gritos roncos en recintos demenciales de alguna parte de mi calma. Calor de extraños, besos salvajes, indómitas esperanzas de reencuentro. Bestia vestida de bella,  princesa de la noche con tacón de aguja. Vodka matando ilusiones, tequila para eliminar la competencia. Arañazos profundos a la memoria de un asesino de felicidad reincidente. Carga emocional de un millón de trincheras a fuego abierto. 
Mi historia, mi lado oscuro con apellidos y un modo de exterminarlo fallido. Revolución de estomago y de sensibilidad pasajera. Fiesta en unas entrañas alcohólicas, y en una cabeza perturbada. Preguntas de pretéritos inconclusas y amor con hielos. Mensajes cifrados con vista borrosa en la madrugada, decisiones de sentidos agotados y contraechos. Exhausta de querer sin tener, y no tener sin querer.
Una manera de recuperar capítulos o de quemar el libro con cubatas de garrafón.

jueves, 1 de marzo de 2012

Nadie sino tú.




Nos abrazamos con tanta fuerza que tu corazón parecía latir al mismo ritmo que el mío, fusionados en el mismo tarareo. Te quise decir que te amaba, que tu compañía era el único perfume que embriagaba mi tortuoso camino. Que los días se me plagaban de miedos cuando no podía ver las pequeñas arrugas formadas por esa preciosa sonrisa.Te quise decir tanto, tantísimo.. que las palabras fueron disueltas en pequeñas gotas resbalando por mi cara. Purgando los desgarros de aquel silencio pendiente de respuesta.No podía dejar de llorar, de bañarme en esa lenta agonía. Te asustaste, no sabías, no encontrabas el peligro, el pánico que relucía en el brillo de mis ojos.Sólo supiste consolarme con el antídoto de tus besos, de tus brazos tan estrechamente ligados a mi cuerpo.Fue la mejor forma de mantenerme de una pieza y no dejar que me diluyera en pequeños charcos de tristeza.Era incapaz de articular palabra, pero si lo hubiese hecho, te aseguro que mi primera frase sería "no quiero perderte nunca".
Porque "nunca", "siempre" y "jamás" cobraron sentido al conocerte, al fascinarme.
Me permití levantar la cabeza de tu hombro y sumergirme en el hondo océano de tu mirada. El único océano que al inundarme en sus aguas, no me mataba. Encontré lo que buscaba, el elixir de la eterna dicha, de la plena felicidad. Faros capaces de iluminar una vida tan fundida como la mía.
No nos hacía falta hablar, no nos hacía falta verbalizar los pensamientos; nuestras manos manejaban el idioma. Pero el reloj, celoso siempre de los enamorados, tocaba a la media noche. Como la Cenicienta de aquel encuentro, con la parte más intima de aquel coche como nuestro palacio, salí de ese hechizo. 
Me dio la leve brisa en la cara, y noté la soledad de aquella larga calle. Era hora de decir adiós, de dejarnos perder. Lo notaba en la presión del aire, en el resuello de la luna; era nuestro final.
De alguna forma las estrellas en aquella velada, auguraron un adiós omitido. Ahora, con cierto retraso y lejanía supe traducirlas.. 
Lo que no saben y ni siquiera se imaginan, es que mi amor no se evapora con una separación.Ni con cuatrocientas noches de tristeza errante, ni peleas sin victorias. Mi amor.. mi amor es aire, es liquido traicionero, fuego abrasador. Mi amor no es retado por barreras ni distancia, ni con lejanos encuentros en otras pieles. Mi amor es leal a su dueño, fiel a su mitad. Mi amor convierte la sal en miel y el Orgullo en Perdón.
Mi amor, mi eterno amor.. eres, serás, siempre tú.